jueves, 16 de mayo de 2024

OTOÑO








                                           Nos conocimos hace tiempo, en mi niñez,

en las festivas regatas,

en mi onomástica,

al mancharme el vestido de moras,

en el primer día de colegio,

cuando la poesía asomó a mi corazón.

 

Me alivió sentir que por fin te acercabas.

Viniste en mi rescate

pues en meses abrasadores

permanecí cautiva en la sombra de una cueva.

Te vi llegar mansamente

vistiendo un traje de viejo oro y grana

pintando bosques, definiendo riberas.

 

Entre las estaciones

te prefiero a la joven de fronda y frescura;

te escojo por la calidez de tu presencia

por la tímida luz de tu rostro que ni quema ni deslumbra,

como gusta hacer a la soberbia estrella solar.

Me eres más amigable que tu hermano invierno

que sobrecoge,

silencioso y orgulloso con su manto de armiño.

 

Te abrazo, otoño,

por la alegría de la vendimia,

porque me traes el recuerdo de los que más me quisieron,

por el viento que hace volar las hojas,

por el regalo de la lluvia,

porque saco el abrigo y meto la mano en el bolsillo,

por las castañas que nos asaba mi madre

                    y por la dulce melancolía que envuelve mis pensamientos.

domingo, 12 de mayo de 2024

VIEJA DAMA


 


Fuiste extraordinariamente atenta con las personas,

y hoy sigues irradiando calidez, un halo de bondad natural

a pesar del andador que te llevas a todas partes,

conduciendo con la destreza de un piloto.

 

Recia señora, tu cara está seca como el pergamino al sol,

 la espalda más curvada que un arco en tensión.

El pelo blanco y azul, la sonrisa grave;

toda entera te envuelve una piel clara

salpicada de pequeñas manchas.

 

Cuando te agarro no vayas a caer,

tu carne me parece blanda y flexible

como la pelota de un niño.

 

¡Qué sagaces tus respuestas cuando no la esperamos!

y eso, a pesar de tu cabeza perdida;

y ¡cuánta luz despiden tus manos llenas

de consejos y golosinas!

 

Eres como sólido basamento que sostienes

con ligereza, sin dar importancia,

a toda nuestra dispersa familia.

¡Oh, vieja dama!

no quieres saber que eres la nave capitana.


sábado, 4 de mayo de 2024

HIJO


 

 

En los tratos fuiste muy ocurrente

eras atrevido, cordial, risueño;

¡hijo! no supe tu oculto sueño

pero sobresalías en el ambiente.

 

Tu ingenio lo conocía la gente,

pronto supiste del agua y el fuego;

todo para ti fue un gracioso juego,

mas te perdí, ¡qué fatal accidente!

 

Mis lágrimas fueron de cal y arena;

de verdad, no sabía qué me hacía.

un día amanecí ebria de tu pena,

 

decidí rezar, aunque no sabía,

y al punto me dijiste, voz morena:

"Si estoy a tu lado todo el día... "